En busca del buen juego perdido

El Real Madrid vuelve a escena ante su público con la intención de mejorar la imagen ofrecida en su último compromiso liguero ante el Valladolid. El conjunto de Bernd Schuster llega al ecuador de su maratón de cinco partidos en quince días y las rotaciones del alemán vuelven a ser noticia. Michel Salgado y Drenthe, titulares en Zorrilla, verán el partido desde la grada, mientras que el holandés Sneijder vuelve al equipo titular tras su suplencia en Pucela.

La línea defensiva blanca es la gran incógnita de los blancos en su duelo ante el Betis. Las combinaciones para Schuster son múltiples. Sergio Ramos podría seguir de central o volver al lateral derecho. En ese caso, Heinze sería quien ocupase el centro de la zaga debido a las bajas por lesión de Pepe y Metzelder. El canterano Miguel Torres, titular la pasada campaña e inédito hasta el momento en esta, ha entrado en la convocatoria y podría ocupar también el lateral derecho, mientras que en el izquierdo parece que el brasileño Marcelo gozará de continuidad.

Las molestias físicas de Van Nistelrooy han alterado los planes originales de Schuster, que pensaba dar descanso a Raúl. Finalmente, el capitán blanco jugará y podría tener a su lado a Saviola, autor del gol del empate en Valladolid. Guti, otro de los que más minutos ha jugado, también podría quedarse fuera del once por descanso.

Problemas para el Betis
En frente estará un Betis que aún no conoce la victoria y que llega al Bernabéu con el cartel de víctima propicia debido al mal juego exhibido en las primeras cuatro jornadas de Liga. Repetir los resultados de la temporada pasada en el feudo blanco (dos empates en Copa y Liga) es el objetivo mínimo de los verdiblancos, para quien una victoria supondría ahuyentar el riesgo de crisis tempranera. Cúper cuenta con las bajas de Pavone y Rivera por decisión técnica y de Nano y Arzu por lesión. José Mari y Damiá tampoco han entrado en la lista, y en su lugar estarán Babic y Xisco.

Sobis y Edu en ataque, con Mark González y Odonkor en las bandas, serán las principales amenazas para un Real Madrid obligado a recuperar la senda del buen juego ofrecido ante el Villarreal para contentar a su público con algo más que resultados.