El Betis estrena el Monumento a la afición
Casi 5.000 béticos se dieron cita en la esquina de la Palmera con Padre García Tejero para
asistir al descubrimiento de su monumento, una impresionante y obra de Juan Antonio Navarro Arteaga de 6,2 metros por 5,8 de altura y más de ocho mil kilos, que representa a todas las generaciones de béticos con una simbología muy especial inspirada en la consecución de la Liga en el 35.
Con Carlos Herrera como introductor de lujo, el acto protocolario contó con momentos muy emotivos y otros más tensos, motivados por la necesidad organizativa de que los aficionados allí congregados tuvieran que asistir al descubrimiento del monumento desde la calle, al otro lado de la reja, aunque posteriormente las puertas fueron abiertas para que pudieran verlo de cerca.
La primera intervención debía correr a cargo de un niño, Darío Osuna, que no pudo casi articular palabra y que rompió a llorar de la emoción. El presidente de la peña Puerta de la carne, como decana, también tomó la palabra, así como el capellán del Betis, que bendijo el monumento.
El consejero delegado Manuel Ruiz de Lopera cerró el acto destacando que “no hay un club en toda España que tenga un monumento a su afición, pero vosotros sí porque sois la mejor del mundo. Este monumento es para los béticos, no para los destructores”. Una bonita iniciativa permitirá además que todos los socios a fecha 30 de octubre puedan ver su nombre inscrito sobre el mismo.
Una paz duradera
Lopera, que atendió posteriormente a los medios dejó claro que la paz con el Sevilla no es efímero. El miércoles por la noche y sin medios como testigos, Del Nido y él llegaron a un compromiso personal para alentar la concordia entre entidades.
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