El Pizjuán despidió a Puertas

El Ramón Sánchez Pizjuán, último lugar en el que se pudo ver en público al fallecido Antonio Puerta, se despidió este domingo de la 'zurda de diamante' de Nervión. Hubo que esperar hasta la tercera jornada de Liga frente al Recreativo para volver a congregar a los mismos testigos de la tragedia, tanto los que estaban sobre el césped el fatídico 25 de agosto, como los que se encontraban en la grada. La afición sevillana le dio su último adiós al dia siguiente de conocerse la tragedia y la sevillista lo ha hecho ahora, en partido de Liga y de forma magistral. Pocos fueron los que pudieron contener las lágrimas en el feudo rojiblanco.

Se depositaron dos ramos de flores, uno sevillista y otro recreativista, a escasos metros del primer sitio en el que se desplomó el sevillano; se colocaron cientos de pancartas en forma de altares -una de ellas, la más grande, con su imagen-; sonó el himno mientras salían los jugadores; el sevillismo tiñió de blanco el cielo hispalense; se guardaron dos minutos de silencio sepulcral -el primero antes del partido y el segundo mientras se jugaba el partido, en el minuto 16- y el videomarcador abrió una 'puerta' al 16 vitalicio del Sevilla mostrando imágenes de sus mejores momentos.

Todo ello, sin contar el pequeño homenaje de las peñas, previo al encuentro, en la puerta número 16 del Pizjuán, donde depositaron también varios ramos de flores, o los miles de folios, cartulinas, pancartas, ramos, velas, peluches, banderas y bufandas que rodean a los muros del estadio, huellas de un pueblo entregado al 'espíritu Puerta'. Además, el lunes, el Instituto de Deportes de Sevilla inaugura el Polideportivo Puerta en un barrio de la ciudad. Ahora sí, Puerta se fue para siempre y Sevilla no lo olvidará nunca.

Una fea anécdota

El sector radical de la afición del Sevilla, los 'Biris', protagonizó una triste escena al comienzo del encuentro que ensució levemente el homenaje a Puerta. La UEFA impone ciertas normas a los clubes clasificados para la Champions League y una de ellas es la prohibición de cualquier actividad interna relacionada con la violencia. En este sentido, el club nervionense se vio obligado a retirar las pequeñas dependencias con las que cuenta el sector de los radicales en el Pizjuán. Los 'Biris' decidieron no animar y enseñar una pancarta en la que se podía leer "¿esto es lo que quereis?".