Paco Chaparro, entrenador del Betis B, pisó ayer unos terrenos cuando menos procelosos. El técnico trianero acudió al desayuno que ciclícamente organiza la Asociación de Periodistas Deportivos de Sevilla (APDS) en el hotel Meliá y ofreció un somero repaso de la actualidad del club verdiblanco y del primer equipo, al que dirigió y dejó en Primera en el ya famoso partido de Santander la pasada temporada.
Sorprende cuando menos que, pese a su autoridad moral sobre algunos futbolistas y hasta sobre el equipo, entrase de lleno a valorar aspectos que quizá excediesen a sus competencias. Pero es que a Chaparro no escapa que él podría estar hoy donde Héctor Cúper y, de hecho, se postuló tras el partido de El Sardinero y, en menor medida, ayer.
"Hubo gente que achacó la victoria de Santander a la suerte, pero no hubo nada de eso, sino mucha preparación. Aquello me molestó mucho porque para aquella semana usé mucho la psicología. Quería saber qué sentían los futbolistas, cómo estaban antes del primer entrenamiento.
Al segundo día ya todos me hablaban de usted, sin que nadie lo dijera", recuerda, aunque admite que sabía que le iba a ser difícil continuar en el primer equipo: "No me llevé un palo cuando supe que no entrenaría al Betis.
Les dije que salvaría al Betis y que luego hablaríamos. Me hubiera gustado, pero no me llevé una decepción. Aunque lo hecho, hecho está. De la historia no me saca nadie. Mi ilusión final es entrenar al Betis y hacerlo campeón de Liga, pero lo mismo me tengo que retirar antes sin conseguirlo".
Pese a la coyuntura actual, hoy hay más tiempo. Chaparro no duda de que el Betis saldrá de los puestos de descenso. "Hay que seguir buscando el cambio para que lleguen los resultados. Cúper está trabajando bien, pero deberá seguir cambiando.
Tiene plantilla para no pasar apuros y debe encontrar la solución a los problemas que se le están planteando. En materia de trabajo no se le puede achacar nada a Cúper, que es un hombre serio, con su filosofía de trabajo.
Pero, aunque haya funcionado en otros sitios, deberá cambiar en un determinado lugar si ve que no funciona", aconseja el veterano entrenador.
A los futbolistas también los pone sobre aviso. "Al Betis le pasan muchas cosas. Todos están intentando sacar el equipo hacia arriba, aunque hay un grupo que todos pensamos que debería estar en mejor situación. Los jugadores deberán decir algo más, deben recapacitar, replantearse algunas cositas", recomienda.
Eso sí, Chaparro sabe que su ascenso al primer equipo sólo se produciría si las cosas se torciesen demasiado. "Desearía no entrenar esta temporada al Betis por su propio bien. Cúper tiene mucha experiencia y está cambiando cosas, pero el equipo no va. Ve que en ciertas partes del campo la gente no le funciona como quiere, pero hay que darle un voto de confianza para que el equipo tome otra alternativa; otra opción no queda, porque es muy pronto para comenzar a jugar finales".
Lo que sí tiene claro el trianero es que la entidad debe salir del marasmo en que se encuentra: "El Betis debe vivir el presente, no acordarse del pasado ni pensar en el futuro. Debe ser consciente de dónde está, pero, con la afición que tiene, siempre debe luchar por acabar entre los seis primeros. No puede estar en esta situación".
De su equipo, el filial, dijo algunas cosas. "El trato a la cantera está mejorando. Manuel Castaño se está preocupando de ello. El deseo del filial es ser el equipo revelación. Todos los chavales quieren jugar la liguilla y si hacemos una temporada normal y no hay lesiones, espero estar entre los seis primeros", apostilla.
martes, 25 de septiembre de 2007
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