Los aficionados del Betis por fin pudieron disfrutar de buen fútbol y, lo que es más importante, de goles en el Ruiz de Lopera. El equipo sevillano se impuso con autoridad al Mallorca con un contundente 3-0 en un partido que estuvo muy reñido hasta la expulsión de Ballesteros en el minuto 36 que dejaba a su equipo con diez, circunstancia que notarían hasta el final. Los goles de Xisco, Sobis y Edu hacían que la tranquilidad volviera al estadio verdiblanco que se envolvió entre aplausos durante todo el partido. Afición y equipo hacen por fin las paces, de momento...
El partido de este domingo en Sevilla se antojaba muy interesanta para cualquier aficionado al fútbol. Por un lado porque el Betis necesitaba ganar como el beber para volver a contar con el apoyo de una afición muy crítica en las últimas jornadas. Y por parte del Mallorca porque un triunfo suponía la confirmación de su buen momento de forma en este arranque liguero de los hombres de Manzano. La balanza tenía que caer hacia uno u otro lado y finalmente, el objetivo del Betis fue el que más pesó.
Los primero minutos eran de un ritmo frenético impuesto por los verdiblancos que buscaban con mucha ansia el gol con acciones claras como la que tuvo Sobis en el minuto 3 tras su cabezazo que se estampaba en el palo de Moya. El Mallorca tardaba en entrar en el partido y los locales se aprovechaban de ello con una ocasión para Xisco que no veía portería por poco. Sin embargo, Cúper había avisado del peligro de los contragolpes y sus pupilos se debieron olvidar de este consejo porque en el minuto 25 a punto estuvo Güiza de marcar tras un garrafal fallo de Rivas que aprovechaba el delantero para batir a Riacrdo y Vega tenía que sacar el balón en la línea de gol.
Las ocasiones se sucedía pero lo que realmente marcó el partido llegaba en el minuto 36 con la expulsión por roja directa de Ballesteros por una agresión de Caffa, sin duda, uno de los mejores del partido. Esto dejaba muy mermado al Mallorca que veía como este dato lo notaría de cara al resto del partido. Llegó el descanso y el respiro para los baleares.Ocasiones no, goles sí
Con la reanudación se repetía la misma historia pero sólo para el Betis puesto que los visitantes desaparecieron del terreno de juego al estar con diez jugadores y al tener enfrente una auténtica apisonadora con los colores verde y blanco. Sin embargo, la única acción del Mallorca en esta segunda parte pudo cambiar mucho el rumbo del partido debido al contragolpe que terminaba con un pase sobre Güiza que no conseguía batir en el uno contra uno a Ricardo. Una acción decisiva que no supieron aprovechar y lo pagaron caro.
Muy caro. Tanto es así que, tan sólo 1 minuto después, llegaba el primer gol de los verdiblancos por mediación de Xisco que remataba de cabeza un excelente centro de Caffa. Esto dejaba, todavía más si cabe, al Mallorca que se encontraba impotentes sobre el verde. Acto seguido, lo que fueron ocasiones en la primera parte, en la segunda, se convertían en goles. Y el segundo de ellos espectacular tras el soberbio disparo de Sobis desde fuera del área que fusilaba la portería de Moya y sentenciaba un partido hecho para el Betis. En el 90, llegaba la estocada con el tercero, obra de Edu que lo buscaba desde el principio y que finalmente tuvo su premio rematando a bocajarro un centro de Somoza. Por cierto que antes del pitido final dani Güiza veía la segunda amarilla y era expulsado, por lo que se perderá el partido de la próxima jornada ante su ex equipo, el Getafe.
Tres goles de un Betis que respira más tranquilo al reconciliarse con una afición muy exigente que, aunque sea durante el periodo de una semana, hace las paces con su equipo, con su entrenador y con su presidente, Manue Ruiz de Lopera, muy discutido en el último partido en casa. El Mallora, por contra, corta su buena racha de resultados y de buen juego que hasta el momento había desplegado por los campos españoles.
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