viernes, 5 de octubre de 2007

Al Final de la Palmera entrevista a Robert Jarni

Jarni: "Babic tiene cosas del mejor Julen Guerrero, no de mí"

Robert Jarni, la zurda asesina, cumplirá en unos días 39 años. Vive en Split, el equipo en el que se formó, y trabaja como segundo entrenador del Hajduk, dirigido hasta ayer por Sergio Kresic.

—Me dirá que su sueño es entrenar algún día al Betis...
—Nunca se sabe. ¿Por qué no? Sucede que cuando eres futbolista dependes más de ti mismo; ahora, en el puesto de entrenador, valoras más el equipo, si te gustan los jugadores que tiene, si pueden hacer tu juego.
—Pensé que se iba a vender mejor.
—A mí nunca me ha gustado utilizar los periódicos. ¿Sabe que nunca me han gustado las entrevistas? No soy espectacular, no suelto bombas como otros. Yo lo veo todo mucho más fácil.
—Pues seguro que al aficionado bético le interesa mucho su opinión.
—Muchas gracias, a ver...

—¿Recuerda en qué año se fue Jarni del Betis?
—En el noventa y... y... ocho.

—Casi nueve años y el Betis no ha encontrado otro extremo igual a usted.
—No sé, después llegó Denilson.
—¿Usted cree que Denilson triunfó?
—Eso no me toca decirlo a mí.

—Bueno, cíteme algunos de los extremos que llegaron después.
—Denilson, y luego, pues no sé. No me acuerdo ahora.

—Síntoma de que no triunfó, ¿no?
—Es que extremo, extremo cerrado yo creo que no ha habido.Hay muy pocos zurdos.

—Pues hábleme de los extremos zurdos que a usted le han gustado.
—Gordillo, que cogía toda la banda; y también me gustó mucho Serginho, que estaba en el Milán. Overmars, en la derecha, era un buen extremo.
—¿Cuál es el sistema que le gusta a usted aplicar?
—Es algo ofensivo, con un 4-2-3-1.
—Al ataque, con calidad...
—¿Fútbol de calidad? Dígame qué es calidad.
—Pues será ganar. ¿no?
—Eso, eso es calidad. Eso sí.
—Así ganó la Liga Capello.
—Y así lo echaron.
—¿Y su modelo de entrenador?
—Además de míster Kresic, de los entrenadores que más aprendí fue de Lippi y Luis Aragonés.
—Pues Luis parece tener las horas contadas en la selección española.
—Ya sé que le están dando mucha caña. Vi el último partido ante Lituania y están jugando de puta madre. No se le puede decir nada; ¿qué quieren?
—¿Y Serra Ferrer?
—Bien, yo soy un profesional; él, otro profesional, y nos tenemos que llevar bien.
—Lopera.
—Un presidente, aunque a decir verdad, es de los más extraños que he tenido en mi carrera. Había cosas que no entendía; lo que sí estoy seguro es que todo lo que hacía lo hacía porque pensaba que era lo mejor para su club.

—Dijo Lopera en la presentación de Babic que es el nuevo Jarni.
—Mire, Babic no puede ser el nuevo Jarni porque es otro tipo de jugador, muy distinto. Él es centrocampista, con buen ritmo y mucha llegada. Es muy distinto a mí.

—¿No es lateral izquierdo?
—Claro que no, nunca. ¿Se acuerda del mejor Julen Guerrero, la forma en que llegaba al área desde atrás? Él también tiene eso.

—Pero en la selección croata ha jugado de lateral.
—Fue en contadas ocasiones y sólo porque no había otra opción.
—¿Qué recuerdos tiene del Betis?
—En la segunda temporada fui el rey de las asistencias, me parece que fueron 17, con 10 goles. Ese año Alfonso marcó muchos. Y me acuerdo mucho también de la ciudad; de la afición, la más caliente que he visto nunca. La vida que tienen los sevillanos, tengo que decirlo, es muy distinta a las demás.

—¿Por qué?
—Se toman la vida con más tranquilidad, con alegría; es una ciudad acogedora. El que pase por ahí siempre guardará en su memoria Sevilla. Mi hijo nació en Triana, es trianero. Me acuerdo el día que Gregorio Conejo llevó un ramo de rosas con una nota que ponía: "Para el trianero bético que más quiero".

—¿Cuándo volvió a Croacia?
—En 2002, justo después del Mundial, y he estado jugando al fútbol sala.
—¿Le afectó de alguna manera la guerra de Sarajevo?
—Yo estaba en Bari, y tuve algunos problemas para sacar a mi mujer, que estaba embarazada. Luego, junto con Boban, estuvimos mandando camiones con comida desde Italia.
—¡Vaya mundo que tenemos!
—Es una pena, mire, mire, los animales, los mismos leones, no se matan. Nosotros sí, nos matamos. El hombre es el peor animal que hay.
—¿Algo con lo que quedarnos?
—Sí, claro, la familia es muy importante. Los hijos te cambian la vida y te hacen dudar, sobre todo porque eres consciente de que criarlos es lo más difícil que hay. Y con la vida que llevamos, con los trabajos que tenemos, tener tiempo para los niños es muy difícil. Y hay que buscarlo, hay que buscarlo, siempre.
—¿Qué ha aprendido con los años?
—A ser humilde, a tener los ojos abiertos, a decir la verdad. Siempre lo digo, si mientes unos meses después te vas a olvidar lo que dijiste y vas a tener un problema. Mejor decir siempre la verdad. que así no te equivocas.
—No me habrá mentido entonces.
—Seguro que no.
—Gracias.

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