viernes, 5 de octubre de 2007

Beticos de la historia hoy Benito Villamarín

"Quiero ser presidente del Betis", comentó siendo joven mientras paseaba por Heliópolis

El Betis llevaba casi dos décadas tocando fondo. Pero este industrial gallego no estaba acostumbrado a perder y pretendía seguir ejerciendo de ganador en el Betis. El 28 de mayo de 1955 tomó posesión del cargo e hizo pública la designación de los miembros de su Junta Directiva, a los cuales asignó una cartera, como si de un Gobierno se tratara.

Heliópolis para los béticos: la gran herencia del legendario presidente para los béticos

En dicha Junta se incorporaron hombres como Antonio Pichi , Pepe Núñez (que años después seguiría la estela del maestro), Guillermo Gómez , Antonio Mesa o Francisco de la Cerda . Esa temporada, la 55-56, y dirigido en el banquillo por Gómez , que se lo cedería a Sabino Barinaga , el Betis quedaría subcampeón de Segunda, aunque no ascendería en la liguilla. Ese año salió un chavalillo de la cantera llamado Luis del Sol ...

En el club ya se respiraba, pese a todo, un ambiente diferente. Al año siguiente más de lo mismo, pero estos contratiempos no bajaron la moral de Don Benito. El público asistía a Heliópolis y veía un equipo diferente.
BAJO SU MANDATO EL EQUIPO REGRESÓ A PRIMERA Y RECUPERÓ SU CARISMA
Villamarín se despide del Betis para tratarse de su enfermedad Con Benito Villamarín se sucedían los fichajes, se amplió el Estadio de Heliópolis, se reorganizó el sistema administrativo...

El éxito debía llegar, y así, el equipo ascendió a Primera División de la mano de Antonio Barrios la temporada 57-58 tras 15 años de penurias y de rozar la desaparición. La celebración fue apoteósica, con recepción en el Ayuntamiento y paseo del autobús del equipo por las calles principales de la ciudad.

Villamarín llamó a su Junta a Pascual Aparicio y nombró presidentes honorarios a Ignacio Sánchez Mejías (que dirigió al Betis en los años treinta) y a Manuel Ruiz Rodríguez (con él se consiguió el título de Liga).

Pero las arcas del club no daban para más, y obligó al traspaso de Luis del Sol en 1960 al Real Madrid, que pagó 7 millones además del traspaso de Martín Esperanza , Pallarés y Llorens.

El Madrid se comprometía también a jugar un partido amistoso.

Eso permitió que la gente no se lo tomara tan mal, ya que causó gran pesar en la afición.

Villamarín llamó a su Junta a Pascual Aparicio y nombró presidentes honorarios a Ignacio Sánchez Mejías (que dirigió al Betis en los años treinta) y a Manuel Ruiz Rodríguez (con él se consiguió el título de Liga). Pero las arcas del club no daban para más, y obligó al traspaso de Luis del Sol en 1960 al Real Madrid, que pagó 7 millones además del traspaso de Martín Esperanza , Pallarés y Llorens . El Madrid se comprometía también a jugar un partido amistoso. Eso permitió que la gente no se lo tomara tan mal, ya que causó gran pesar en la afición.

El Madrid jugaría ese partido en la Copa Benito Villamarín , y que contó con la participación del Borussia Dortmund , Bolton Wanderers , Real Madrid y Real Betis . El Madrid se llevaría el trofeo, al derrotar al Betis en la final. En el Madrid jugaban, entre otros, Luis del Sol, Puskas, Canario, Pepillo, Santamaría y Di Stéfano.

El 12 de agosto de 1961 sería otra fecha histórica. El viejo estadio de Heliópolis en el que había residido durante más de 30 años, pasó a ser propiedad total del Real Betis Balompié. El club compró al Ayuntamiento de Sevilla el Estadio de Heliópolis, convirtiéndose en único propietario.

El cardenal arzobispo de la capital hispalense, José María Bueno Monreal , otorgaría la bendición a las instalaciones. Posteriormente, en Asamblea celebrada en la que era Secretaría del Club por aquellas fechas y que estaba situada en la calle Conde de Barajas, se decidió el cambio de nombre del Estadio, que pasó a ser Estadio Benito Villamarín .

GRAVEMENTE ENFERMO

Pero la suerte comenzó a darle la espalda. Una terrible enfermedad se apoderaba de su cuerpo, obligándole a realizar continuos viajes a Estados Unidos para buscar remedio a sus males, lo que le impidió estar al frente del Betis de la forma que hubiese querido. El equipo seguía con buen pie, y llegó a la semifinal de Copa del 61 , aunque fue derrotado por el Real Madrid.

Viendo que su enfermedad era irremediable, decide dejar paso a otros. Pese a que era "presidente vitalicio" del club, envió una carta de despedida a la Junta Directiva que más abajo reproducimos y que pone los vellos de punta. Atrás quedaban 10 años de dedicación al Betis, al que le devolvió su carisma y categoría.

El 16 de agosto de 1966 , el cáncer se llevaba definitivamente a Benito Villamarín. La noticia cayó como un jarro de agua fría en el Betis. Una misa de " corpore insepulto " en la Iglesia de Los Remedios, que estaba abarrotada de béticos, servía para dar el último homenaje a una de las personas más carismáticas de la ciudad.

CARTA DE DESPEDIDA DE BENITO VILLAMARÍN

Mis queridos compañeros y amigos:

Esta carta va dirigida a vosotros en particular, como representación oficial y legítima del Real Betis Balompié y, a través de vosotros, a la gran afición blanquiverde en general.

He de ausentarme y permanecer fuera de España por razones familiares y de salud por un período de tiempo que, contra mi voluntad, no puede ser corto. Ello ocurre en momentos difíciles para el club, que hubiera querido ver superados antes de partir. Dios no lo ha querido y heme aquí, forzado a alejarme en momentos en que la nave del Betis necesita más que nunca de las energías y esperanzas de un buen timonel.

Es por ello que, doliéndome en el alma, me veo en la necesidad de considerar las posibilidades de mi sustitución en la ilusión de que se halle al hombre que sepa continuar una empresa que hace unos años acometimos con denuedo y con suerte, en servicio de la línea ascendente y triunfal que nuestro equipo ha venido sirviendo en tantos años de luchas y victorias.

Para posibilitarlo pongo en vuestras manos el cargo con el que la afición bética me ha venido honrando en una larga y gloriosa etapa, en la que los colores del Betis ondearon al viento de los triunfos por todos los estadios de primera magnitud. Y al hacerlo sabed que dejo en la decisión las desgarraduras de una separación que siento con la misma hondura que sentí siempre mi vinculación responsable con el Betis, en cuya dirección puse todo lo que podía dar y en la que encontré siempre el aliento de una afición dignísima y fervorosa, a cuya fidelidad tengo siempre que rendir las armas de mi afecto y devoción incondicionales.

Dimito, pues, de una misión en la que es conveniente insuflar el aire ilusionado de la renovación. Pero en modo alguno ello representa mi retirada de la pasión deportiva, que hizo del Betis una bandera inenarrable de sevillanismo y de entusiasmo. Bajo ella seguiré siempre fiel a los ideales béticos, dispuesto a servirles donde el Betis me quiera y como quiera.
Para vosotros, y en vosotros, para todos los béticos.

Un abrazo.
Firmado: BENITO VILLAMARÍN PRIETO Presidente del Real Betis Balompié

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