La tranquilidad es de momento la nota predominante dentro de la concentración del Betis en tierras jerezanas. Tan sólo la lesión de Arzu y un problema menor de Xisco, que sufrió ante el San Fernando una torcedura en su pie derecho y que puede estar de baja una semana aproximadamente, han sido las notas discordantes de un trabajo encaminado a estar a punto para la primera jornada de liga, dentro todavía de un mes y un día. Pero mañana, coincidiendo curiosamente con el apogeo del 'affaire Juanito', una visita puede acabar con toda la tranquilidad. El desmarque ha podido saber que en el cuerpo técnico del Betis ya se maneja la presencia de Lopera para comer en Montecastillo como un hecho casi consumado, aunque con las lógicas reservas que siempre dejan las aapariciones del Consejero Delegado verdiblanco, ya que a veces ni se producen. Se trata de la visita habitual del máximo mandatario bético a la concentración del equipo que otros años ha coincidido con amistosos (sobre todo en Chipiona) o con otras negociaciones para la salida de futbolistas de su plantilla.
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