Llegó hace nueve temporadas del Real Valladolid con un futuro espectacular por delante y con una inversión realizada por el Betis que le colocaba entre los fichajes de aquel verano. Alto, fuerte y ambidiestro era considerado por muchos como 'el nuevo Luis Enrique', un jugador polivalente y que llegaba como fichaje de campanillas a la entidad verdiblanca. Ahora, y tras sufrir el ostracismo durante las dos últimas temporadas en las que no ha contado para ningún entrenador, se desvincula del Betis con el consiguiente ahorro económico para el club, ya que le quedaba un año de contrato, según anuncian los compañeros de La Razón, sin haber triunfado. Con apenas una temporada brillante en su haber a las órdenes de Juande Ramos y muy poquito más. Ni tan siquiera el Cádiz quiso quedarse con su ficha. Su destino más probable, el Jerez.
viernes, 27 de julio de 2007
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